El reciente gesto del presidente electo de Senegal, Bassirou Diomaye Faye, al subir al escenario con sus dos esposas al cierre de su campaña electoral, ha desatado un intenso debate en el país africano y más allá de sus fronteras.
La presencia de Faye junto a sus dos esposas, Marie Khone y Absa, ha sido interpretada como una consagración de la tradición de la poligamia, profundamente arraigada en la sociedad senegalesa.
En un país mayoritariamente musulmán donde la poligamia es una práctica común y aceptada, el gesto de Faye ha sido recibido con aplausos por muchos y críticas por otros. Mientras algunos ven en esta muestra una reafirmación de la cultura y tradiciones locales, otros lo consideran un reflejo de desigualdad de género y una práctica injusta para las mujeres.
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