En los últimos meses, Tlalnepantla ha experimentado un alarmante aumento en los casos de robo de motocicletas, esto porque el mayor número de delitos graves, tales como el asalto y homicidio, se cometen a bordo de este tipo de vehículo, afirmó el alcalde del municipio, Marco Antonio Rodríguez Hurtado.
Ante ello, la noche de ayer se registró la sustracción de una motocicleta en la colonia La Purísima en Tlalnepantla, Estado de México, generando entre los residentes y autoridades locales una alarma sobre la perseverancia de estos sujetos para lograr sus cometidos.
En imágenes de vídeo compartidas se capta el rostro de un sujeto, quien vemos que se va acercando sutilmente a una moto estacionada en La Purísima.
Al notar la cámara de seguridad, el individuo llega con el rostro cubierto y se dirige hasta la moto y la observa detenidamente, a lo que se para en la parte delantera, saca su herramienta y empieza a mover los cables para tratar de botarle el seguro, sin tener éxito a pesar de los muchos intentos, por lo que se aleja rápidamente para evitar ser descubierto.
En el metraje podemos apreciar que la calle está vacía, casi sin apreciar el paso más que el de un coche y una moto, por lo que el sujeto regresa y se sienta en la banqueta, a un lado de su objetivo, volteando hacia ambos lados para verificar que no haya nadie y así volver a intentar el robo.
Poco a poco, vamos viendo que el delincuente va moviendo los cables, se asoma con cautela y mete la mano por un hueco para apurar el trabajo, sin lograr su cometido nuevamente, por lo que se vuelve a sentar, le toma un sorbo a su refresco y lo intenta de nuevo, sin darse por vencido.
Observamos que, con sus herramientas, le empieza a dar giros a las piezas que sujetan a la motocicleta lentamente, tomándose otro descanso mientras decide su siguiente movimiento.
El delincuente, sin dejar de intentarlo, mete otra vez las manos, mueve los cables y las piezas mientras se mantiene vigilando que nadie lo vea cometer su delito.
Posteriormente vemos que se levanta y termina alrededor de la motocicleta, comienza a mover el pedal, se sube, toma el volante y empuja hacia atrás para luego acomodarla, dejándola lista para “darse a la fuga”.
No obstante, decide primero dirigirse a la pared de un local cercano del lugar de los hechos para irse a recargar, quedándose parado por unos segundos, asomándose al interior de este negocio para corroborar que nadie lo haya visto y así realizar los últimos movimientos que su acto criminal.
Tras esta maniobra, ahora sí va hacia la moto y la enciende para huir del lugar con el producto de su delito.
Según reportes de las autoridades, los delincuentes están utilizando tácticas cada vez más sofisticadas para sustraer motocicletas, incluyendo el uso de inhibidores de señal y técnicas de violencia, otros solamente esperan a que las calles dejen ser concurridas para tranquilamente sustraer de las pertenencias de la ciudadanía.
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