En una reciente exhibición militar en Pionyang, el líder de Corea del Norte, Kim Jong un, señaló a Estados Unidos como responsable de un aumento en las tensiones en la península coreana. Según reportes de la agencia estatal KCNA, Kim afirmó que «nunca antes se había enfrentado un riesgo tan alto de conflicto nuclear» y calificó de agresiva la postura de Washington hacia su país.
Durante su discurso, Kim enfatizó la necesidad de avanzar en el desarrollo de armamento nacional para fortalecer la posición estratégica de Corea del Norte. Este anuncio coincide con informes de una creciente colaboración militar entre el gobierno norcoreano y Rusia, especialmente en el contexto de la guerra en Ucrania.
De acuerdo con información del Servicio Nacional de Inteligencia de Corea del Sur, cerca de 10 mil 900 soldados norcoreanos han sido desplegados en Kursk, Rusia, para apoyar operaciones militares junto a las fuerzas rusas.
Además, Corea del Norte habría proporcionado equipo militar, como lanzacohetes y obuses, para reforzar a las tropas rusas.
En paralelo, se informó que la ministra de Relaciones Exteriores de Corea del Norte, Choe Son-hui, sostuvo una reunión con el presidente ruso, Vladimir Putin, en Moscú. Analistas surcoreanos sugieren que el encuentro podría haber abordado temas clave, incluyendo la posibilidad de una visita oficial de Kim Jong un a Rusia.
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