El río Tlalnepantla, hasta hace 2 años, al menos 2 o 3 días a la semana llevaba un afluente de más de 50 centímetros de altura, cuando abrían la cortina de la Presa Madín, con la finalidad de que arrastrara los contaminantes hasta el emisor de Valle Dorado que pasa por el subsuelo, por lo que, de esa manera, se iban los olores fétidos que emite el afluente.
El 28 de febrero en Naucalpan, tras la firma del convenio de “Cesión temporal de derechos de extracción del agua de empresas”, donde participó el Enrique Espinosa Olivar, como integrante de la mesa directiva del Club de Golf de Bellavista, le informó el Secretario del Agua, Pedro Moctezuma Barragán, que sí se entubará el río Tlalnepantla como lo había solicitado.
Sin embargo, dijo que es una propuesta que aún se encuentra en el proceso de estudios y de elaboración de proyectos, por lo que no se tiene fecha para el inició de la obra, destacando que el entubamiento del río sería sólo en la parte correspondiente del Club de Golf de Bellavista, aunque la afectación por malos olores también la sufren vecinos de Jacarandas, Bosques de México, Santa Mónica y la colonia Leandro Valle.
Asimismo, se llegó al acuerdo con la Secretaría del Agua de que el fraccionamiento Club de Golf Bellavista otorgará hasta 180 mil metros cúbicos anuales del pozo que tienen en concesión, por lo que se instalarán garzas para el llenado de pipas que llevarán el líquido a las comunidades de Atizapán de Zaragoza que padecen desabasto.
Enrique Espinosa dijo que hace unas dos décadas instalaron en el Club de Golf de Bellavista una planta de tratamiento de aguas residuales con tecnología israelita, por lo que los prados y zonas “green” del campo se irrigan con aguas tratadas de buena calidad, así como las áreas verdes de la zona habitacional: “no usamos el agua potable del pozo para regar el césped y árboles”.
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