Aproximadamente son 100 personas las que habitan las 19 viviendas en riesgo por el deslizamiento de tierra y caída de rocas en la comunidad de La Cantera, en el municipio de Tlalnepantla; riesgo que se incrementa conforme las lluvias de temporada son más intensas, aseguró la titular de la Coordinación de Protección Civil, Pamela Arreguin.
El gobierno municipal atendió un deslizamiento en la calle Cerrada de Aztlán y la caída de macizos rocosos en algunos domicilios de la calle Cantera de esta comunidad, sin que ninguna persona resultara lesionada.
Pero el domingo pasado se registró un nuevo deslizamiento de tierra; por lo que este lunes acudió al sitio una brigada de mitigación de riesgos, para retirar parte de las piedras que, a la vista, están a punto de caer.
El riesgo es alto, tanto para los vecinos que viven debajo de la peña, como para los que están arriba, señaló la funcionaria.
“Por la temporada de lluvias que tenemos, que va a ser más intensa, porque todavía no llueve fuerte en el municipio, es que se va a seguir generando que haya este tipo de deslizamiento y caída de rocas en la parte del fondo de la cantera”.
“Toda la franja de los domicilios que viven abajo macizo rocoso tienen una condición de riesgo, incluso también los domicilios que están en la parte superior, también están riesgo a la hora de que haya un deslizamiento de roca”.
La funcionaria señaló que a través de un chat están en contacto permanente con los vecinos para les avisen sobre cualquier emergencia que se pueda presentar, pues, normalmente “cuando caen las rocas se escucha un crujir de las piedras, para que nos puedan informar de manera inmediata”.
Las autoridades pidieron a los vecinos evacuar sus viviendas, les ofrecieron apoyo con la mudanza a un sito fuera de la zona de riesgo; y también pusieron a su disposición cuatro albergues del DIF.
Sin embargo, los vecinos se niegan a abandonar sus viviendas. En el caso de los que decidieron permanecer en sus casas, llenaron la Cédula de vivienda en Riesgo en el lugar, y se les otorgará capacitación para que sepan cómo actuar en temas de evacuación y movimiento de ladera.
“Nos mandaron lo de los albergues, pero aquí son tres familias; si tengo a dónde irme me voy yo, per mis hijos a dónde van a irse, si ellos, no tiene a dónde irse. Yo no quiero apoyo económico, quiero que me pongan una malla ciclónica, aquí estamos tranquilos”, comentó la señora Sandra, vecina de la calle cerrada de Aztlán.
Los vecinos aseguraron que ellos no son paracaidistas, y que ellos compraron sus propiedades, cuando llegaron a vivir a La Cantera.
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