El Partido Revolucionario Institucional (PRI) podría dejar de gobernar dos entidades del país (Estado de México y Coahuila) y con ello se reduciría su presencia en el país, dejando atrás aquellos años de hegemonía priista arrebatada por Morena.
En números, el PRI tiene 23 legisladores en el Congreso del Estado de México, siendo la segunda fuerza política en la entidad, solo detrás de Morena que tiene 29 legisladores locales, mientras que la tercera fuerza es el PAN (11) y le siguen PVEM (2), MC (2), PT (3), PRD (3) y 2 sin partido políticos.
Respecto a Coahuila el escenario cambia, pues el PRI es la primera fuerza al tener 16 legisladores; Morena es la segunda al tener cuatro diputados locales.
En la Cámara de Diputados, el PRI es la tercera fuerza con un 69 de 500 legisladores federales (13.8 %) y en el Senado sólo tiene 13 senadores de 128.
A nivel nacional, en mayo del 2023, el Revolucionario Institucional sólo gobierna tres estados: Coahuila, con Miguel Riquelme; Durango, con Esteban Villegas; y Estado de México, con Alfredo del Mazo.
En caso de perder, el PRI sólo gobernaría Durango, mientras que si gana los estados en juego en este proceso mantendría las entidades que gobierna.
La Ley General de Partidos Políticos establece en su artículo 94 como una de las causas para perder el registro de un partido político:
“No obtener por lo menos el tres por ciento de la votación válida emitida en alguna de las elecciones federales ordinarias para Diputados, Senadores o Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, tratándose de un partido político nacional, o de Gobernador, diputados a las legislaturas locales y ayuntamientos, así como de Jefe de Gobierno, diputados a la Asamblea Legislativa y los titulares de los órganos político-administrativos de las demarcaciones territoriales del Distrito Federal, tratándose de un partido político local, si participa coaligado”.
Aunque el PRI ha perdido fuerza con base en elecciones pasadas, ese escenario aún se ve lejano, o por lo menos en este proceso electoral es poco probable que suceda.
Para Rogelio Hernández, profesor-investigador de El Colegio de México, el PRI está “en el peor de sus momentos históricos”, pues “prácticamente” ha perdido toda su representación nacional como a nivel estatal.
“Entonces estos son dos estados importantes para demostrar la fuerza del partido”, explicó en entrevista.
El también autor del libro Historia Mínima del PRI consideró que, para observadores del proceso electoral, el hecho de que el PRI pueda perder las elecciones en ambos estados, significaría “un avance de la democracia”.
Según la visión de Rogelio Hernández, “pase lo que pase” en la elección del Estado de México, Morena seguiría teniendo ventaja para el proceso electoral presidencial de 2024.
“Las elecciones del Estado de México tienen un valor simbólico, es decir, esto significa no solamente que el PRI pierda las elecciones y una gubernatura más, sino que pierda digamos la perla de su corona”.
“Si en algún momento el PRI pudo presumir de un control político importante, el mejor ejemplo con una sólida élite (insisto estatal) era el Estado de México. El que pierda el Estado de México van a ser dos demostraciones; una, que la democracia finalmente se está extendiendo, cosa que está por verse con lo que haga la señora Gómez; y la segunda que el PRI ya no tiene la fuerza suficiente como para sostener sus elecciones”.


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