«Aún estoy vivo»
El papa, que estaba sonriente y de buen humor, se bajó de su automóvil para saludarlos, antes de dirigirse al Vaticano; fue despedido con aplausos.
El papa, que estaba sonriente y de buen humor, se bajó de su automóvil para saludarlos, antes de dirigirse al Vaticano; fue despedido con aplausos.